Fuerteventura trasciende sus playas de arena blanca y aguas cristalinas. Es un testimonio vivo de su historia geológica y cultural, donde volcanes, dunas, playas extensas, valles y montañas albergan una biodiversidad rica y un valioso patrimonio científico.
Además de ser un santuario para aves y un refugio para tortugas marinas, la isla es un paraíso para los cetáceos, todo bajo un cielo nocturno excepcionalmente claro, perfecto para la observación astronómica.
Experimenta Fuerteventura con el Ecoturismo
Para vivir una experiencia inolvidable en Fuerteventura, déjate sorprender por sus espectaculares playas de arena blanca. Recorre en bicicleta los extensos caminos y senderos que serpentean junto al océano. Observa aves únicas, resultado de años de aislamiento y evolución.
Disfruta de la brisa nocturna bajo el cielo claro de la reserva Starlight de Fuerteventura. Siente la emoción de surfear las olas practicando windsurf, kitesurf o surf. Saborea los deliciosos quesos producidos con leche de los rebaños que pastorean en armonía en la Reserva de la Biosfera de Fuerteventura.
Explora las formaciones geológicas únicas, fruto de miles de años de erosión. Disfruta descubriendo los paisajes, la gente y las costumbres locales. A través del ecoturismo en Fuerteventura, no solo vivirás aventuras emocionantes, sino que también contribuirás a la preservación de este maravilloso entorno natural.
Fuerteventura, tesoro natural de Canarias
Fuerteventura, la isla más antigua del Archipiélago Canario, despliega su historia geológica a través de sus magníficos espacios naturales protegidos. En estos parajes, especies únicas de flora y fauna han encontrado un refugio perfecto, creando ecosistemas singulares que llenan de vida los paisajes agrestes.
Con una altitud que apenas supera los 800 metros en su punto más alto, un clima cálido durante todo el año y vientos fuertes, las nubes rara vez dejan caer su preciada agua en la isla. Sin embargo, las plantas, los animales y los seres humanos que la habitan han desarrollado notables estrategias de supervivencia para adaptarse a las condiciones de esta tierra que, a primera vista, parece desértica.
Red de Espacios Naturales de Fuerteventura
Fuerteventura se distingue por su territorio único, adornado con paisajes espectaculares que incluyen volcanes, islotes, dunas, playas extensas, valles y macizos montañosos. Estos elementos no solo cuentan la historia de la formación de la isla y del archipiélago canario, sino que también albergan valores naturales y científicos de gran importancia. Además, protegen vestigios significativos de la historia arqueológica y cultural de este fascinante territorio.
La isla y el islote de Lobos están engalanados por una extensa y diversa red de espacios naturales protegidos. Estos santuarios naturales abarcan desde áreas volcánicas impresionantes hasta hábitats costeros únicos, proporcionando refugio a una diversidad extraordinaria de flora y fauna adaptadas a las condiciones únicas de Fuerteventura.
PARQUE NATURAL DE ISLOTE DE LOBOS
El Parque Natural de Isla de Lobos, situado al norte de Fuerteventura, es una joya ecológica que abarca aproximadamente 4,5 kilómetros cuadrados. Declarado parque natural en 1982, este islote es reconocido por su gran biodiversidad y por albergar hábitats únicos que sirven de refugio a numerosas especies endémicas.
Entre las plantas más destacadas se encuentran la Siempreviva de Lobos (Limonium bollei) y diversas comunidades de líquenes y suculentas que se han adaptado a las condiciones áridas del entorno. Además, Isla de Lobos es una Zona Especial de Protección para las Aves (ZEPA), donde se pueden observar especies como la Pardela Cenicienta y el Paíño común.
El islote también es de gran interés geológico y paleontológico, con formaciones volcánicas que datan de más de 100.000 años y yacimientos paleontológicos que proporcionan información valiosa sobre la historia natural de la región. Entre sus puntos más emblemáticos se encuentran el Faro de Punta Martiño y la Montaña La Caldera, un cono volcánico que ofrece vistas panorámicas impresionantes.
Las aguas cristalinas que rodean el parque son un paraíso para los amantes del buceo y el snorkel, ya que forman parte de la Reserva Marina de la isla de Lobos, protegiendo una rica vida marina que incluye especies como el mero y la barracuda.
PARQUE NATURAL DE CORRALEJO
El Parque Natural de Corralejo, ubicado en el noreste de Fuerteventura, es un área protegida que abarca aproximadamente 2.669 hectáreas. Este parque es famoso por su impresionante campo de dunas, el más grande de las Islas Canarias, que se extiende a lo largo de 8 kilómetros de costa.
Las dunas de arena blanca, formadas por la erosión de conchas marinas y corales, crean un paisaje desértico único que contrasta con las aguas turquesas del Atlántico. Este entorno alberga diversas especies endémicas de flora y fauna, incluyendo plantas adaptadas a las condiciones arenosas como el Balancón (Traganum moquinii) y animales como el Lagarto Atlántico (Gallotia atlantica).
Además de sus dunas, el parque incluye áreas de gran interés geológico y biológico, como la Montaña Roja, un antiguo volcán que ofrece vistas panorámicas del paisaje circundante y de la vecina isla de Lobos. El Parque Natural de Corralejo es también una Zona Especial de Protección para las Aves (ZEPA), donde se pueden avistar especies migratorias y residentes como el chorlitejo patinegro y la tarabilla canaria.
Las playas del parque, como la Playa del Moro y la Playa de los Martos, son ideales para actividades recreativas como el surf, el kitesurf y el windsurf, aprovechando los vientos constantes y las olas del Atlántico.
PARQUE NATURAL DE JANDÍA
El Parque Natural de Jandía, situado en el extremo sur de Fuerteventura, abarca aproximadamente 14.318 hectáreas, lo que lo convierte en una de las áreas protegidas más extensas de las Islas Canarias. Este parque es conocido por su impresionante diversidad de paisajes, que van desde playas vírgenes y acantilados costeros hasta montañas y llanuras áridas.
La Playa de Cofete, una de las más emblemáticas de la isla, se encuentra dentro del parque y es famosa por su belleza salvaje y su entorno prácticamente intacto. El parque alberga una gran variedad de flora y fauna endémica, incluyendo plantas como el Cardón de Jandía (Euphorbia handiensis) y aves rapaces como el Guirre majorero (Neophron percnopterus majorensis).
El Parque Natural de Jandía también tiene un gran valor geológico, con formaciones volcánicas que revelan la historia geológica de Fuerteventura. El Pico de la Zarza, también llamado Pico de Jandía, la elevación más alta de la isla con 813 metros, ofrece vistas espectaculares y es un punto de interés para los excursionistas.
PARQUE RURAL DE BETANCURIA
El Parque Rural de Betancuria, ubicado en el oeste de Fuerteventura, abarca aproximadamente 16.544 hectáreas y es conocido por sus paisajes montañosos y su alto valor histórico y cultural. Este parque, que incluye la antigua capital de la isla, Betancuria, ofrece una combinación única de naturaleza y patrimonio.
Los visitantes pueden explorar profundos barrancos, montañas escarpadas y valles verdes que contrastan con el árido entorno característico de Fuerteventura. La zona es un refugio para numerosas especies de flora endémica, como la Tabaiba dulce (Euphorbia balsamifera), y fauna, incluyendo aves como el Cernícalo vulgar (Falco tinnunculus).
Además de su riqueza natural, el Parque Rural de Betancuria alberga importantes sitios arqueológicos y arquitectónicos que reflejan la historia y la cultura de Fuerteventura. La Iglesia de Santa María de Betancuria, fundada en el siglo XV, y las ruinas del Convento de San Buenaventura son testimonios de la herencia colonial de la isla.
El parque también es una Zona Especial de Protección para las Aves (ZEPA), y sus paisajes geológicos, como los impresionantes barrancos de Las Peñitas y Malpaso, ofrecen un escenario perfecto para el senderismo y la observación de la naturaleza. El equilibrio entre la conservación del medio ambiente y el mantenimiento de las prácticas agrícolas y ganaderas tradicionales hace de este parque un ejemplo destacado de desarrollo sostenible y ecoturismo en Fuerteventura.
Monumentos Naturales en Fuerteventura
Fuerteventura, la segunda isla más grande del archipiélago canario, es un tesoro de monumentos naturales que cautivan por su belleza singular y su diversidad ecológica. En esta Guía de Ecoturismo también exploraremos algunos de los monumentos naturales más importantes de la isla majorera.
MONUMENTO NATURAL DE AJUY
En la costa oeste de la isla, el Parque Rural de Betancuria destaca por su impresionante belleza paisajística. Este espacio alberga valiosos sedimentos oceánicos y fósiles de animales marinos extintos, de gran interés científico. Además, la riqueza y diversidad de aves presentes en esta área han llevado a su designación como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA).
MONUMENTO NATURAL DE MALPAÍS DE LA ARENA
El Monumento Natural del Malpaís de La Arena, situado en el norte de Fuerteventura, es una impresionante extensión de paisaje volcánico formada por coladas de lava y conos volcánicos. Este área protegida destaca por su interés geológico y su biodiversidad, albergando especies endémicas como la cuernúa (Caralluma burchardii) y la tarabilla canaria (Saxicola dacotiae). Las formaciones de lava solidificada y los campos de malpaís crean un escenario casi lunar, ofreciendo una experiencia única para los visitantes que desean explorar la riqueza natural y la historia volcánica de la isla.
MONUMENTO NATURAL DE MONTAÑA DE TINDAYA
Al norte del interior de la isla se encuentra uno de los símbolos más emblemáticos de la identidad insular, la Montaña de Tindaya. Este lugar es significativo no solo porque los aborígenes locales dejaron numerosos testimonios arqueológicos en forma de grabados, sino también por su destacada presencia en el paisaje, gracias a su forma singular, belleza y visibilidad desde gran parte del norte de la isla. Además, su flora, fauna y geología justifican la protección especial que recibe, ya que ha sido declarado Área de Sensibilidad Ecológica.
MONUMENTO NATURAL DE CALDERA DE GAIRÍA
En el centro de la isla, una erupción reciente formó un cono volcánico que resalta por su vegetación característica de zonas áridas y por los yacimientos arqueológicos ubicados dentro de su caldera. Todo el área está clasificada como Área de Sensibilidad Ecológica y zona ZEPA.
MONUMENTO NATURAL DE CUCHILLOS DE VIGÁN
En el sureste de la isla, una serie de lomos alargados y afilados en paralelo da nombre al área donde se refugian algunas de las aves rapaces más amenazadas de Canarias, como el Guirre (Neophron percnopterus majorensis), el Águila pescadora (Pandion haliaetus) y el Halcón de Berbería (Falco pelegrinoides). Por ello, esta zona está clasificada como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA). Además, en el lugar se pueden encontrar restos de fauna fósil marina de gran interés. Todo el área está declarada como Área de Sensibilidad Ecológica y ZEPA.
MONUMENTO NATURAL DE MONTAÑA CARDÓN
Al sur de la isla, en medio de amplias llanuras, especialmente en la vertiente oriental, se alza un macizo montañoso de Montaña Cardón, donde la erosión ha esculpido un relieve escarpado de gran valor paisajístico. Este terreno rocoso proporciona el hábitat ideal para numerosas especies rupícolas, la mayoría de ellas protegidas. El área está clasificada como Zona de Especial Conservación (ZEC) y Área de Sensibilidad Ecológica.
Paisajes protegidos en Fuerteventura
Los paisajes protegidos representan un compromiso con la conservación y el respeto por la singularidad natural de la isla. Estos espacios destacan por su belleza escénica y su rica biodiversidad, abarcando desde formaciones volcánicas impresionantes hasta ecosistemas únicos. La protección de estos paisajes asegura la preservación de su valor ecológico y cultural.
PAISAJE PROTEGIDO DE VALLEBRÓN
Al norte y en el interior de la isla, cerca del Monumento Natural de Montaña Tindaya, se encuentra un alargado lomo en forma de cuchillo, rodeado por amplios valles. Este relieve alberga numerosas terrazas de cultivo, que aportan un carácter paisajístico distintivo y de gran belleza. En la parte más oriental de este área, destaca la montaña de la Muda, una de las más altas de la isla con 690 metros de altitud.
PAISAJE PROTEGIDO DE MALPAÍS GRANDE
Al este de la isla, colindante con el Monumento Natural de Cuchillos de Vigán, se extienden amplios campos de coladas volcánicas que forman oscuras llanuras, interrumpidas únicamente por los conos volcánicos que las formaron y cubrieron el antiguo paisaje. Los restos de un poblado aborigen revelan que este espacio fue una residencia histórica para los isleños. Hoy en día, el vasto paraje es hogar de destacadas aves rapaces como el cuervo (Corvus corax), el guirre (Neophron percnopterus majorensis) y el ratonero (Buteo buteo). Por esta razón, el área está clasificada como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA).